CIRCULACIÓN DE UN TREN ESPECIAL, DE CARÁCTER HISTÓRICO, A MODO DE PRESENTACIÓN DEL TREN TURÍSTICO «COSTA BRAVA», ENTRE FIGUERES Y PORTBOU (GIRONA), CON ANTERIORIDAD A SU INMINENTE ENTRADA EN SERVICIO Y LLEVANDO A BORDO DIFERENTES AUTORIDADES. Noviembre 2012.

La puesta en marcha del Tren Turístico “Costa Brava” era fruto de un largo proceso de gestación iniciado a instancias del Ajuntament de Portbou, el Consell Comarcal de l’Alt Empordà y la Diputació de Girona, al que se habían sumado posteriormente otras corporaciones locales empordanesas. La finalidad era dotar a la zona más septentrional de la costa gerundense (llegando hasta la propia frontera) de un servicio turístico de alto contenido y potencia cultural, como los existentes en numerosos países europeos.

Con el unánime beneplácito de esas diversas administraciones, había recaído en mí la responsabilidad de disponer todo lo conveniente para la puesta en marcha de este servicio regular. Servicio destinado a que el público en general pudiera recorrer los bellos paisajes de la zona mediante una composición ferroviaria de carácter histórico. Llegado el momento y estando todo preparado para el inicio de dicho servicio, entendí que debía tener lugar la oportuna presentación en sociedad de tan singular producto. Y que dicha presentación, ante los medios de comunicación y el público en general, debía tener lugar mediante la circulación especial de una composición remolcada por locomotora de vapor.

Así, en noviembre de 2012, dispuse la realización de un viaje piloto, con el fin de presentar en sociedad el servicio regular a prestar por el citado Tren Turístico «Costa Brava». Todo ello, una vez formalizados los diferentes compromisos con las administraciones locales y otros interlocutores. En la estación de Figueres (Girona) se congregaron llegado el momento numerosas personalidades, en representación de las diferentes instancias implicadas. Entre ellas, Pere Macias, portavoz adjunto en el Congreso de los Diputados del Grup Parlamentari de Convergència i Unió, así como otros representantes, entre los que se encontraba también Enric Millo, subdelegado del Gobierno en Catalunya.

Llegada la hora previamente fijada, hice que el convoy abandonara los andenes de la estación llevando a bordo una nutrida representación del mundo político, empresarial y cultural de las comarcas de Girona y de toda Cataluña. Entre ellos, Santiago Vila, alcalde de Figueres, así como Ricard Font, director general de Transports i Mobilitat de la Generalitat de Catalunya. También se hallaban presentes mis buenos amigos Domènec Espadalé, presidente de la Cambra de Comerç de Girona, Joan Vilalta, presidente de a Associació Transpirinenca o Josep Pascal, gerente de la UIER, entre otros. Miguel Muñoz, director del Museo del Ferrocarril de Madrid, nos acompañaba también, venido especialmente desde la capital.

El convoy histórico efectuó todo el recorrido entre Figueres y Portbou en medio del clamor de cuantos se habían apostado a lo largo del trayecto para contemplar su paso e inmortalizar tan histórica e inusual circulación por aquella zona. Llegados a la localidad fronteriza de Portbou dieron inicio los actos institucionales, en cuyo transcurso tuvieron lugar las diferentes intervenciones de los representantes públicos allí presentes. En cuanto al propio convoy, había dispuesto que la composición estuviera encabezado por la célebre locomotora Guadix, un furgón de servicio y dos coches ex MZA, tipo “Costa”, de los habitualmente empleados en el servicio madrileño del “Tren de la Fresa”.