PROCESO OFICIAL DE MODIFICACIÓN NORMATIVA PARA LA LEGALIZACIÓN Y AUTORIZACIÓN DE CIRCULACIÓN, POR LA RED FERROVIARIA DE INTERÉS GENERAL (RFIG), DE COCHES DE VIAJEROS HISTÓRICOS, DE DOS EJES, Y OTROS VEHÍCULOS DE ELEVADA ANTIGÜEDAD. Mayo 2013.

A raíz del rescate y puesta en circulación de la célebre locomotora de vapor Guadix, cuya responsabilidad me había delegado la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, y su presencia al frente de las composiciones del “Tren de la Fresa”, por deseo del Museo del Ferrocarril de Madrid, creí oportuno dar un paso más en el proceso de rescate patrimonial de nuestro pasado ferroviario. Ya que podía disponerse de una locomotora de vapor operativa tan versátil, quise que ésta pudiera ir acompañada de una composición remolcada acorde a su época, compuesta de vehículos todos ellos de cierta antigüedad y de dos ejes. Podría existir así en España, como existe en el resto de países de nuestro entorno, una composición propia de finales del siglo XIX o principios del XX, capaz de participar en todo tipo de eventos y conmemoraciones.

Con este fin elegí una serie de vehículos históricos, de diferente procedencia, titularidad y tipología, que respondieran al indicado perfil. Cada uno de ellos estaba en el estado en que se encontraba. Algunos por restaurar, otros en proceso de restauración, y otros con necesidad de recibir intervenciones de gran importancia. Hice elaborar, por parte de los técnicos correspondientes, los estudios particularizados para cada uno de ellos, al objeto de determinar con exactitud las actuaciones técnicas concretas a realizar en cada caso. Elaborados los correspondientes presupuestos y pactadas con los talleres dichas actuaciones, se suscitó una dificultad legal no contemplada inicialmente.

Dada la poca importancia dada en nuestro país al patrimonio ferroviario histórico y el poco interés existente en las instancias públicas españolas para su potenciación y desarrollo, existía un vacío legal respecto a determinadas cuestiones, a la hora de legalizar y autorizar a circular determinado tipo de vehículos. Fundamentalmente, coches de viajeros de dos ejes, los cuales dejaron de circular por la RFIG hace más de 50 años. Las dificultades, no obstante, afectaban también a otro tipo de vehículos de elevada antigüedad, donde no fuera posible acreditar fielmente su trazabilidad hasta el momento. Ante semejante realidad, que impedía totalmente llevar a cabo mi planteamiento de creación del nuevo tren histórico que intentaba crear, me vi obligado a iniciar una serie de reuniones con los responsables ferroviarios del Ministerio de Fomento.

Como quiera que para resolver la situación de bloqueo era necesario un cambio legal respecto a la normativa ferroviaria vigente, logré de la entonces Dirección General de Ferrocarriles y de la Dirección de Seguridad en la Circulación de ADIF (en las que encontré la máxima colaboración), la creación de un grupo de trabajo, compuesto por diversos interlocutores del sector, que elaborara un nuevo texto normativo por el que pasara a regirse la tenencia y circulación en nuestro país del material histórico de ferrocarriles. Tras diferentes reuniones de trabajo en sede ministerial, logramos alumbrar dicho texto, que fue publicado oficialmente a finales de 2010. Así, quedaba desbloqueada la legalización de determinados vehículos ferroviarios, de dos ejes o de especial antigüedad, y, con ello, pasaba a ser posible materializar la iniciativa en la que me encontraba empeñado.

Si durante el tiempo en que duraron las sesiones de trabajo no quise detener las restauraciones en marcha, una vez publicada la nueva legislación mandé acelerar el ritmo de las mismas hasta que, progresivamente, los vehículos elegidos para la nueva composición cultural fueron quedando ultimados uno tras otro. En este punto fue necesario realizar las preceptivas pruebas en marcha, al objeto de determinar su perfecto comportamiento funcional, con arreglo a los parámetros legalmente establecidos. Así, ya en 2013 y tras los ensayos particulares de algún vehículo concreto, reuní el conjunto de la composición para hacer una prueba final en marcha. A tal fin organicé un tren especial de carácter técnico entre Madrid y Aranjuez, remolcado por la locomotora diésel ex RENFE 10825, con el que acompañé, personalmente, a los maquinistas durante todo el recorrido. Dado el satisfactorio resultado de los ensayos, los vehículos fueron final y definitivamente autorizados a circular por la RFIG, por parte las citadas instancias del Ministerio de Fomento. Quedaba con ello despejado el camino para futuras autorizaciones de este tipo de vehículos históricos.