CIRCULACIÓN DE UN TREN ESPECIAL DE AUTORIDADES, ENCABEZADAS POR EL TITULAR DEL MINISTERIO DE DEFENSA DEL GOBIERNO DE ESPAÑA, JOSÉ BONO, ENTRE VIC (BARCELONA) Y RIPOLL (GIRONA), CON MOTIVO DEL 75.º ANIVERSARIO DE LA CONEXIÓN FERROVIARIA INTERNACIONAL POR LA CERDANYA. Marzo 2005.

Como brillante colofón a los actos conmemorativos del 75.º Aniversario de la Conexión Ferroviaria Internacional por la Cerdanya, la Comisión Organizadora quiso concluir la efeméride con un espectacular tren conmemorativo formado por material histórico. De ello quedé expresamente encargado, en calidad de director ejecutivo de la conmemoración, en permanente colaboración con ADIF, RENFE y la Jefatura de Gabinete del ministro José Bono, por parte del Ministerio de Defensa. Estudiado el particular, dispuse que el convoy histórico en cuestión estuviera formado por la célebre locomotora de vapor “San Fernando”, un furgón de apoyo y el propio coche-salón ministerial.

Así, tras el acto institucional que había tenido lugar en el exterior de la estación de Vic (Barcelona), la comitiva oficial, encabezada por José Bono, se dirigió a los andenes, subiendo a bordo del coche-salón poco antes de la partida del tren. En el interior del mismo, los diferentes miembros de la alta representación institucional que lo acompañaba pudieron departir con el ministro. Éste descendió del vehículo al llegar a Manlleu, donde pudo saludar a la Corporación Municipal y a un numeroso grupo de niños que se habían desplazado hasta allí. Tras las despedidas, el convoy reanudó su marcha. Lo mismo ocurría en la estación de la localidad de Sant Quirze de Besora (Barcelona).

A los mandos de la locomotora había yo dispuesto que se hallara, como en otras ocasiones, el jefe de maquinistas Jordi Valero. En un momento dado, el ministro, en presencia del teniente general Francisco Boyero, inspector general del Ejército, fue obsequiado por Francisco Javier Navarro, coronel jefe del Regimiento de Ferrocarriles N.º 13, con una reproducción en miniatura de la locomotora que remolcaba el convoy. Durante el resto del trayecto, José Bono siguió departiendo con los numerosos diputados parlamentarios de diferente adscripción, titulares de diversas administraciones y delegados de varias entidades de la sociedad civil que le acompañaban.

Poco a poco, y siempre siguiendo el curso del río Ter, el tren, en el que, como no podía ser de otro modo, viajaban los representantes de RENFE y de ADIF , fue acercándose a la capital del Ripollès, donde era esperando con una enorme expectación. Todo el recorrido estuvo jalonado de curiosos y entusiastas del patrimonio ferroviario que no quisieron dejar de inmortalizar tan inusual convoy especial. Tras hacer lentamente su entrada en la estación, José Bono descendió del coche-salón y, tras él, el resto de miembros de la comitiva oficial que le acompañaba.

La representación local estaba encabezada por la alcaldesa Teresa Jordà, a quien acompañaban el resto de autoridades allí desplazadas. Entre ellos, Francesc Francisco-Busquets, delegado del Gobierno en Girona, así como Pia Bosch, delegada del Govern de la Generalitat de Catalunya en dicha provincia. Se hallaba también presente, como autoridad moral de la defensa histórica de la línea, Joan Vilalta, presidente de la Associació Transpirinenca. El ministro era acompañado en todo momento por Francisco Boyero, teniente general inspector del Ejército. Todos ellos se dirigieron al tribuna que había dispuesto al efecto y donde debía tener lugar el acto oficial.